Consecuencias de perder un diente

La pérdida de un diente puede causar muchos daños en tu boca, pero no siempre es tan grave como piensas –igualmente debes prestarle atención–. Ten en cuenta que hay muchas consecuencias por perder un diente, así que, si pierdes un diente o varios debido a un accidente o mala higiene, presta atención a este artículo.

Perder un diente provoca problemas al masticar

Perder un diente puede afectar a tu capacidad de masticación, pero esto no tiene por qué ser un problema permanente. La gravedad de no poder masticar bien dependerá del número de dientes que te falten, el diente que te falte, lo que comas y de lo bien que cuides tus dientes restantes.

Si pierdes un molar o dos, probablemente tendrás menos capacidad de masticación que si pierdes un incisivo o un canino, ya que estos dientes frontales se utilizan para morder y desmenuzar a la hora de comer. Además, si pierdes varios dientes, es más difícil que los restantes compensen la pérdida de espacio en la mandíbula.

Si has perdido algunos de los dientes superiores delanteros y no llevas prótesis dentales o parciales con regularidad, puede haber más presión sobre los dientes inferiores restantes al masticar alimentos duros como frutos secos o granos de maíz. Esto puede desgastar tus dientes inferiores más rápido de lo normal.

Perder un diente provoca mala digestión

Perder un diente te provoca una mala digestión. Es un hecho que la pérdida de un diente puede provocarte una menor calidad de vida, pero ¿sabías que también te provoca una mala digestión? Esto se debe a que la boca está conectada con el resto del cuerpo a través de nervios.

Cuando masticas los alimentos, se envían señales desde la boca a través de los nervios, estas informaciones sensoriales son procesadas por el sistema nervioso central (SNC). Este proceso ayuda a identificar los distintos tipos de alimentos y tu cuerpo decidirá si son adecuados o no para su consumo.

Al no tener uno o varios dientes existe una mala digestión, ya que afecta a la forma en que puedes procesar los alimentos para convertirlos en nutrientes que tu cuerpo pueda utilizar eficazmente.

Perder un diente provoca desgaste dental

La pérdida de un diente te provoca el desgaste de los demás dientes. A medida que los dientes trabajan sin uno de sus compañeros, suelen ser utilizados con más frecuencia o tienen mayor «carga» de trabajo. Esto sin duda hará que se desgasten más rápidamente. Es obvio, si uno de tus compañeros de trabajo falta un mes y tú y otros compañeros tienen que sustituirle, ustedes tendrán más trabajo. Por ende, es importante que busques la forma de sustituir el diente o dientes que te faltan.

Perder un diente provoca movimiento de dientes

La pérdida de un diente puede hacer que otros dientes de tu boca se muevan. Esto se debe a que el hueso de la mandíbula que soporta el diente perdido comenzará a encogerse, y esto puede hacer que los dientes restantes se muevan hacia el espacio vacío. El diente que falta y los dientes circundantes también pueden cambiar de posición si no están bien alineados antes de perder el diente.

Cuando esto ocurre, se denomina «desplazamiento de dientes» o «migración de los dientes». En la mayoría de los casos, no hay nada que puedas hacer al respecto, excepto esperar a que tu dentista de Clínica BMURRI lo corrija durante tu próxima cita. Sin embargo, si tus dientes ya están causando problemas antes de perder uno, es posible que la pérdida de ese diente empeore las cosas, sobre todo si tu cara empieza a tener un aspecto asimétrico como resultado del cambio de posición de todos tus dientes.

Perder un diente provoca sarro y caries

Al no estar un diente en un espacio de tu encía que le mantenga limpia, las bacterias se acumulan en la superficie de las encías, dando lugar a la acumulación de sarro. Esto es especialmente común después de perder uno o más dientes de la parte delantera de la boca.

El sarro también puede provocar una enfermedad periodontal. A medida que el tejido de las encías alrededor de los dientes se inflama e infecta, comenzará a sangrar y a desarrollar bolsas alrededor de cada diente. Estas bolsas permiten que las bacterias prosperen dentro de tu boca y causen más daños.

Perder un diente provoca pérdida de hueso

La pérdida de un diente puede hacer que el hueso de tu mandíbula se encoja y se atrofie, dejando los dientes restantes más vulnerables a la caries. La pérdida de un solo diente provoca un colapso en tu tejido gingival y el hueso maxilar circundantes, lo que lleva a la formación de un hueco vacío en tu boca. Este espacio vacío puede provocar caries en los dientes restantes porque permite que las bacterias penetren en el tejido gingival y destruyan tus dientes. Además, la pérdida de uno o varios dientes también te puede provocar un mayor riesgo de enfermedad de las encías y no permitir los implantes dentales.

Para evitar daños mayores, es importante que busques tratamiento lo antes posible después de perder un diente. Cuanto más tiempo esperes antes de sustituir los dientes perdidos, más susceptible será tu boca a las infecciones y enfermedades.

Perder un diente provoca problemas de pronunciación

Perder un diente también te provoca problemas en el habla. Los dientes son una parte importante de una buena pronunciación, así que debes tener presente que, al momento de perder un diente, probablemente te cueste pronunciar correctamente muchas palabras. Así que ya sería un problema más allá de lo estético, puesto a que para muchas personas podrías no saber pronunciar bien las palabras.

Pero no debes preocuparte, tienes en Clínica BMURRI todo lo que necesitas para suplantar ese diente perdido. Si ya perdiste un diente, ahora debes buscar la manera de colocar uno nuevo que pueda servirte para evitar todas las consecuencias que te mencionamos.